El primer asalto de la batalla entre el miedo y el exceso se lleva a cabo en un territorio que existe mientras las ideas despuntan y la sangre corre. Nada hay de maravilloso en la disputa incesante, sin embargo, es fundamental y casi obligatoria para imaginarse el espacio de donde todo surge y la nada hacia donde todo va.
Nos faltan 43
martes, 4 de febrero de 2014
Abrir la mente no significa dejar entrar toda la información que existe, es, al contrario, desechar de ella todo lo posible, para dar espacio a nuestra creatividad. Ella se desenvuelve en el vacío, se sujeta al instante y nos muestra quienes somos en el fondo. El dolor y el placer, en ese momento, dejan de ser sensación para convertirse en escenarios, habitaciones llenas de espejos, donde lo verdadero y lo falso se funden en un mismo significado, y nuestros cuerpos, como despojos de un mundo que se ha dejado atrás, no interesan. La creación es hija del tiempo que queda, y si quedara poco, entonces... de ella será lo último que se extinga.
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