Nos faltan 43

Nos faltan 43

lunes, 29 de diciembre de 2014

Ensayo.

…Símbolo> Convención> Comunidad>Grupo> Conjunto>Compartición> Relación>Relativoa> Presupone lo otro>Presupone al otro>Presupone exterioridad> Lo de afuera existe.

Qué es un presupuesto? Es algo que está ahí antes de ser supuesto. ¿Un supuesto es una inferencia? Un supuesto es una hipótesis. Eso supongo. Es un “creo que así es aunque no esté seguro”. Para mí, es posible que así sea. Es subjetivo. Es relativo. Soy este subjeto. Esta relación. La relación conmigo. En este diálogo. Para encontrarme. Para saber qué busco. Para entender lo que soy. Para entender lo que son los demás. Para comprender y encarnar el hecho epistemológico irrenunciable de que soy y somos la misma sustancia. Sustancia que se manifiesta de infinitas formas. Soy una forma infinita. Infinita es mi transformación. Infinitas han sido las veces que he querido atraparme siendo lo que soy mediante mi mente. Infinitas las veces que he fallado. Infinitas las veces que he recordado que infinitas son las libertades dispuestas a ser exploradas. Infinitas las veces que he tenido miedo de habitarlas. Infinitas son las posibilidades de que siga pensando en infinitos. Infinitos que  me cansan de tanto no concebirlos de tan infinitos que son. El infinito es todo lo que hubo, hay y habrá.

Necesito acotarme. Dejar de hablar de infinitos. Poner límites. Ordenar mis ideas. Clarificar mis objetivos. Saber cuándo, dónde y cómo. Intentar planificar lo que que es incontrolable. Planificar lo que se desea no es jugar a ser dios, es jugar a que se sabe utilizar las herramientas que mi cuerpo porta. Mi cerebro. Para que mi cerebro no me utilice a mí. El orden es adecuación. El orden es o no es. Distintos grados de orden hay. Sus fronteras son huracanes. Para que no distingamos entre ellos. Sus fronteras están a millones de años luz para que nos parezca inconcebible entender la diferencia de grado. El grado superior se ordena de una forma superior. El grado me remite a una extensión. A una amplitud. A un universo distinto en el mismo lugar. Requiero el orden porque vivo dentro de uno. Caracterizado de distintas maneras… infinitas maneras.


Ese orden de grado universal me contiene. A mí, pequeño desorden que se niega a ser ordenado por órdenes de grado parcial. Si sé que necesito de toda la información que pueda obtener de los órdenes parciales como el mío, también sé que aquellos órdenes están buscando asimilar a ese orden universal también, o eso debo suponer… para encontrar sentido. ¿El sentido? ¿un sentido? ¿los sentidos? no lo sé… para crearme un propósito mientras sigo encontrando señales de aquel propósito que me envió a este lugar y momento específicos, o aquellos propósitos. No soy YO quién eligió todo esto. Es una interacción de factores, quizá de historias de este tiempo y de otros tiempos. Puedo suponer que soy la consecuencia de todo lo que hubo antes de que yo saliera por la vagina de mi madre. Soy parte de la consecuencia, junto con todos los que nacieron en el mismo instante.

Acepto que he entendido que las palabras sólo pueden aspirar a ser reflejos. Sombras. Aún así decido usarlas. Porque el silencio no me es suficiente, al menos hoy. En realidad disfruto de escribir. Me permite ver las combinaciones que emanan de esta circunstancia específica que soy con todo lo que hay y me rodea. Esta circunstancia que soy hoy en el desierto.

Hablar de uno es hablar de una circunstancia, de un momento histórico más allá de cualquier nominación, es hablar de energías interactuando, es hablar de la unidad en todos sus momentos… del movimiento, del silencio, de lo sólido, de lo sustancial, de lo que hermana, de lo que divide.  

Escribir de uno es a su vez escribir de una circunstancia. De una guerra, de una calma, de un amor, de un terror.
Escribo porque la vanidad me habita, y me gusta saber que sé lo que sé porque soy parte de este todo que los es todo y del que no escapo y no quiero escapar, a menos que descubra de qué se trata todo. En ese momento sí, quizá quiera mudarme, pero antes de que mi razón pueda comprender el infinito, el PRI dejará de robar y asesinar.

Mi razón se quedara aquí, conmigo, tratando de encontrar el hilo negro, para alimentar el espíritu, para que se proyecto se despliegue. El proyecto de mi espíritu es un proyecto con un propósito en sí mismo, el proyecto de vivir, y de vivir expandiéndolo.

El espíritu es esa sustancia que anima. Como la parte activa de la energía. Lo vivo que se distingue de lo inanimado, lo inanimado es parte de la vida, como inercia, es lo inerte. El espíritu es lo animado. La inercia es lo inanimado.

Cada circunstancia contiene inercia y voluntad. Inercia histórica y voluntad transhistórica, voluntad que se sujeta al reconocimiento y reivindicación de una existencia autónoma, que se auto concibe, que es capaz de pensarse pensando. Que es capaz de concebirse autónomo aún dentro de la determinación, aún dentro de la inercia. Porque el infinito es finalmente, también un límite, un límite relativo a mí, a nosotros, y en ese sentido, igual a los demás límites. Es posible una autonomía relativa frente a esa inercia. El acuerdo para que esa autonomía sea un hecho de la conciencia y no un deseo de la inconsciencia es la posibilidad de aceptar la muerte como un hecho antes de que llegue. El reconocimiento de que todo tiene un fin, un momento de transformación, de purificación es la posibilidad misma de la infinitud de la voluntad, de la infinitud de la vida animada que es el espíritu. Su contención necesaria. Vida=Muerte. Inercia=Voluntad.

Lamente es capaz de seguir construyendo posibilidades dialógicas en las cuales entramparse. Hay muchas puertas que abrir,  pero sin claridad y organización interna, uno va dejando puertas abiertas. Puertas por las que entran toda clase de cosas cuando se olvida uno de cerrarlas, cuando la inercia le impide a uno regresar a cerrarlas.

Parece necesario no abrir tantas puertas sino desarrollar un sistema que permita elegir mejor, para abrir menos puertas. Para reconocer el camino de vuelta a casa, de vuelta al cuerpo, de vuelta a la tierra, de vuelta al presente. Casa=Presencia

Cómo sería un sistema que me permitiera elegir mejor? Sería un sistema que expandiera lo que hay de útil en esto que soy para éstos y éstas que son dónde nosotrxs estamos. Que expandiera la posibilidad de hacernos reír en la situación que lo amerite. Que expandiera la posibilidad de que nuestras palabras retraten de mejor manera la realidad para los demás. Sería uno que nos permitiera manifestar las posibilidades que hay en nuestro subconsciente para recombinar lo que hay y transgredir con esa interacción específica de nuestra mezcla y la situación, todas las formas que operen con la intención de suplantar la voluntad de Gaia. Un sistema que nos permita hacer magia, en el sentido de ver lo que otros no ven, y hacer lo que nadie imagina para conseguir qu el flujo se dé de acuerdo a nuestras consideraciones convenidas, en función de nuestros acuerdos, y en razón de una voluntad de la que todos nos alimentamos, la voluntad de la tierra, con sus frutos y sus necesidades. Que nos permitiera aceptar la determinación para entonces entender nuestra autonomía frente a los que son como nosotros. Que nos permitiera establecer las condiciones para que sintamos un profundo amor por la vida en lo general, y para aceptar el dolor que venga ocasionalmente a recordarnos que tenemos la necesidad de sentirlo, para entender la realidad. Sería también un sistema que nos permitiera organizarnos. Que nos pusiera en situaciones donde la armonía sea posible, aún cuando sea incomprensible.

Ese sistema nuestro no lo construyo YO, lo construimos Nosotrxs . Y de la interacción efectiva entre nosotros, de la permanencia de nuestra concepción de nuestra relación como sustancialmente iguales, y de la posibilidad de comprendernos como libertades y no como prisiones, depende por entero la unidad de este

…Símbolo> Convención> Comunidad>Grupo> Conjunto>Compartición> Relación > Presupone lo otro>Presupone al otro>Presupone exterioridad> Lo de afuera existe.

…depende por entero que lo de afuera y lo de adentro sean concebidos por nuestra mente como una y la misma cosa, depende de esto que la guerra entre nosotrxs termine.

¿Cómo terminar con la guerra? Huyendo.
Pero nosotros no vamos a dejar a nuestros compañeros en la cárcel.
Vamos a ir por ellos aunque nos metan también a nosotros.
¿Pero no querías que nuestro compañero no esté en la cárcel?
¿Por qué de pronto ves como una opción el hecho de que los dos sean ahora los que estén ahí?
Por la amistad.
Es un gran detalle. Su amistad es más importante para ti que tu libertad. Eso es un acto heroico. De nada importa que alguien que valora su amistad tanto como tú valoras la de él, vaya a querer que lo encierren. Y a lo mejor lo consigue…

Eso es! Que nos encierren a todos. Cometamos multitudinariamente un delito que se persiga de oficio, por parte del Estado, ¿Qué haría el Estado ante la confesión de 50 mil personas de haber sido autores intelectuales y materiales de un crimen? ¿De ataques a las vías de comunicación por ejemplo?

¿Qué pasaría si asumiéramos que ya somos criminales? Qué nos avergüenza de serlo?

Las buenas costumbres? Esas serían para esta subjetividad, las costumbres de aquellxs que sintieron la libertad en las más oscuras prisiones. Es decir, en el peor de los escenarios, aquel en el cual ya no hay para dónde moverse, ahí donde los fantasmas adquieren un carácter grotesco y nos violentan al extremo. Ahí donde el torturador devela su cara putrefacta de tanto vacío y tanto dolor. Ahí, en ese lugar, puede habitar la calma de quien es capaz de apuntar hacia la libertad, como destino, y al amor como medio. Sería para mí, una buena costumbre… no pisar a nadie y no aceptar la manipulación y la mentira.
La mentira de que La Ley dice La Verdad y la manipulación que de la violencia hace el miedo que nos devora, aceptando que ella sea ejercida sobre nosotros por un poder impersonal, que no nos da explicaciones y no acepta contestaciones. Porqué dejarnos golpear? Sé que si no pudiera gozar, seguiría intentándolo. Y sé que si se me presentara una situación límite con el horror como protagonista sé que YO pelearía por nuestras vidas. Sé que nosotros pelearíamos por nuestras vidas.



¿Cómo opera la inconsciencia en la situación límite? De qué se disfraza el inconsciente colectivo universal, -la inercia social histórica- en las situaciones? ¿Cómo detectar a lxs conscientes de los inconscientes en cada situación? –Recuerdo- lo anormal en una situación límite, es lo normal. Del Libro de Frankl. “El hombre en busca de sentido”. Si esto es así, lo “normal” en una situación límite es profundamente, anormal. Por ahí se debe empezar, para ir en búsqueda del inconsciente que está a punto de hacer que todo estalle. La única posibilidad de dirigir esa energía conjunta en potencia hacia el flujo elegido por la consciencia.

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