…Símbolo>
Convención> Comunidad>Grupo> Conjunto>Compartición>
Relación>Relativoa> Presupone lo otro>Presupone al otro>Presupone
exterioridad> Lo de afuera existe.
Qué es un presupuesto?
Es algo que está ahí antes de ser supuesto. ¿Un supuesto es una inferencia? Un
supuesto es una hipótesis. Eso supongo. Es un “creo que así es aunque no esté
seguro”. Para mí, es posible que así sea. Es subjetivo. Es relativo. Soy este
subjeto. Esta relación. La relación conmigo. En este diálogo. Para encontrarme.
Para saber qué busco. Para entender lo que soy. Para entender lo que son los
demás. Para comprender y encarnar el hecho epistemológico irrenunciable de que
soy y somos la misma sustancia. Sustancia que se manifiesta de infinitas
formas. Soy una forma infinita. Infinita es mi transformación. Infinitas han
sido las veces que he querido atraparme siendo lo que soy mediante mi mente.
Infinitas las veces que he fallado. Infinitas las veces que he recordado que
infinitas son las libertades dispuestas a ser exploradas. Infinitas las veces
que he tenido miedo de habitarlas. Infinitas son las posibilidades de que siga
pensando en infinitos. Infinitos que me
cansan de tanto no concebirlos de tan infinitos que son. El infinito es todo lo
que hubo, hay y habrá.
Necesito acotarme.
Dejar de hablar de infinitos. Poner límites. Ordenar mis ideas. Clarificar mis
objetivos. Saber cuándo, dónde y cómo. Intentar planificar lo que que es
incontrolable. Planificar lo que se desea no es jugar a ser dios, es jugar a
que se sabe utilizar las herramientas que mi cuerpo porta. Mi cerebro. Para que
mi cerebro no me utilice a mí. El orden es adecuación. El orden es o no es.
Distintos grados de orden hay. Sus fronteras son huracanes. Para que no
distingamos entre ellos. Sus fronteras están a millones de años luz para que
nos parezca inconcebible entender la diferencia de grado. El grado superior se
ordena de una forma superior. El grado me remite a una extensión. A una amplitud.
A un universo distinto en el mismo lugar. Requiero el orden porque vivo dentro
de uno. Caracterizado de distintas maneras… infinitas maneras.
Ese orden de grado
universal me contiene. A mí, pequeño desorden que se niega a ser ordenado por
órdenes de grado parcial. Si sé que necesito de toda la información que pueda
obtener de los órdenes parciales como el mío, también sé que aquellos órdenes
están buscando asimilar a ese orden universal también, o eso debo suponer… para
encontrar sentido. ¿El sentido? ¿un sentido? ¿los sentidos? no lo sé… para
crearme un propósito mientras sigo encontrando señales de aquel propósito que
me envió a este lugar y momento específicos, o aquellos propósitos. No soy YO
quién eligió todo esto. Es una interacción de factores, quizá de historias de
este tiempo y de otros tiempos. Puedo suponer que soy la consecuencia de todo
lo que hubo antes de que yo saliera por la vagina de mi madre. Soy parte de la
consecuencia, junto con todos los que nacieron en el mismo instante.
Acepto que he
entendido que las palabras sólo pueden aspirar a ser reflejos. Sombras. Aún así
decido usarlas. Porque el silencio no me es suficiente, al menos hoy. En
realidad disfruto de escribir. Me permite ver las combinaciones que emanan de
esta circunstancia específica que soy con todo lo que hay y me rodea. Esta
circunstancia que soy hoy en el desierto.
Hablar de uno es
hablar de una circunstancia, de un momento histórico más allá de cualquier
nominación, es hablar de energías interactuando, es hablar de la unidad en
todos sus momentos… del movimiento, del silencio, de lo sólido, de lo
sustancial, de lo que hermana, de lo que divide.
Escribir de uno es a
su vez escribir de una circunstancia. De una guerra, de una calma, de un amor,
de un terror.
Escribo porque la
vanidad me habita, y me gusta saber que sé lo que sé porque soy parte de este
todo que los es todo y del que no escapo y no quiero escapar, a menos que
descubra de qué se trata todo. En ese momento sí, quizá quiera mudarme, pero
antes de que mi razón pueda comprender el infinito, el PRI dejará de robar y
asesinar.
Mi razón se quedara
aquí, conmigo, tratando de encontrar el hilo negro, para alimentar el espíritu,
para que se proyecto se despliegue. El proyecto de mi espíritu es un proyecto
con un propósito en sí mismo, el proyecto de vivir, y de vivir expandiéndolo.
El espíritu es esa
sustancia que anima. Como la parte activa de la energía. Lo vivo que se
distingue de lo inanimado, lo inanimado es parte de la vida, como inercia, es
lo inerte. El espíritu es lo animado. La inercia es lo inanimado.
Cada circunstancia
contiene inercia y voluntad. Inercia histórica y voluntad transhistórica,
voluntad que se sujeta al reconocimiento y reivindicación de una existencia
autónoma, que se auto concibe, que es capaz de pensarse pensando. Que es capaz
de concebirse autónomo aún dentro de la determinación, aún dentro de la inercia.
Porque el infinito es finalmente, también un límite, un límite relativo a mí, a
nosotros, y en ese sentido, igual a los demás límites. Es posible una autonomía
relativa frente a esa inercia. El acuerdo para que esa autonomía sea un hecho
de la conciencia y no un deseo de la inconsciencia es la posibilidad de aceptar
la muerte como un hecho antes de que llegue. El reconocimiento de que todo
tiene un fin, un momento de transformación, de purificación es la posibilidad
misma de la infinitud de la voluntad, de la infinitud de la vida animada que es
el espíritu. Su contención necesaria. Vida=Muerte. Inercia=Voluntad.
Lamente es capaz de
seguir construyendo posibilidades dialógicas en las cuales entramparse. Hay
muchas puertas que abrir, pero sin
claridad y organización interna, uno va dejando puertas abiertas. Puertas por
las que entran toda clase de cosas cuando se olvida uno de cerrarlas, cuando la
inercia le impide a uno regresar a cerrarlas.
Parece necesario no
abrir tantas puertas sino desarrollar un sistema que permita elegir mejor, para
abrir menos puertas. Para reconocer el camino de vuelta a casa, de vuelta al
cuerpo, de vuelta a la tierra, de vuelta al presente. Casa=Presencia
Cómo sería un sistema
que me permitiera elegir mejor? Sería un sistema que expandiera lo que hay de
útil en esto que soy para éstos y éstas que son dónde nosotrxs estamos. Que
expandiera la posibilidad de hacernos reír en la situación que lo amerite. Que
expandiera la posibilidad de que nuestras palabras retraten de mejor manera la
realidad para los demás. Sería uno que nos permitiera manifestar las
posibilidades que hay en nuestro subconsciente para recombinar lo que hay y
transgredir con esa interacción específica de nuestra mezcla y la situación,
todas las formas que operen con la intención de suplantar la voluntad de Gaia.
Un sistema que nos permita hacer magia, en el sentido de ver lo que otros no
ven, y hacer lo que nadie imagina para conseguir qu el flujo se dé de acuerdo a
nuestras consideraciones convenidas, en función de nuestros acuerdos, y en
razón de una voluntad de la que todos nos alimentamos, la voluntad de la
tierra, con sus frutos y sus necesidades. Que nos permitiera aceptar la
determinación para entonces entender nuestra autonomía frente a los que son
como nosotros. Que nos permitiera establecer las condiciones para que sintamos
un profundo amor por la vida en lo general, y para aceptar el dolor que venga
ocasionalmente a recordarnos que tenemos la necesidad de sentirlo, para entender
la realidad. Sería también un sistema que nos permitiera organizarnos. Que nos
pusiera en situaciones donde la armonía sea posible, aún cuando sea
incomprensible.
Ese sistema nuestro no
lo construyo YO, lo construimos Nosotrxs . Y de la interacción efectiva entre
nosotros, de la permanencia de nuestra concepción de nuestra relación como
sustancialmente iguales, y de la posibilidad de comprendernos como libertades y
no como prisiones, depende por entero la unidad de este
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Convención> Comunidad>Grupo> Conjunto>Compartición> Relación >
Presupone lo otro>Presupone al otro>Presupone exterioridad> Lo de
afuera existe.
…depende por entero
que lo de afuera y lo de adentro sean concebidos por nuestra mente como una y
la misma cosa, depende de esto que la guerra entre nosotrxs termine.
¿Cómo terminar con la
guerra? Huyendo.
Pero nosotros no vamos
a dejar a nuestros compañeros en la cárcel.
Vamos a ir por ellos
aunque nos metan también a nosotros.
¿Pero no querías que
nuestro compañero no esté en la cárcel?
¿Por qué de pronto ves
como una opción el hecho de que los dos sean ahora los que estén ahí?
Por la amistad.
Es un gran detalle. Su
amistad es más importante para ti que tu libertad. Eso es un acto heroico. De
nada importa que alguien que valora su amistad tanto como tú valoras la de él,
vaya a querer que lo encierren. Y a lo mejor lo consigue…
Eso es! Que nos
encierren a todos. Cometamos multitudinariamente un delito que se persiga de
oficio, por parte del Estado, ¿Qué haría el Estado ante la confesión de 50 mil
personas de haber sido autores intelectuales y materiales de un crimen? ¿De
ataques a las vías de comunicación por ejemplo?
¿Qué pasaría si
asumiéramos que ya somos criminales? Qué nos avergüenza de serlo?
Las buenas costumbres?
Esas serían para esta subjetividad, las costumbres de aquellxs que sintieron la
libertad en las más oscuras prisiones. Es decir, en el peor de los escenarios,
aquel en el cual ya no hay para dónde moverse, ahí donde los fantasmas
adquieren un carácter grotesco y nos violentan al extremo. Ahí donde el
torturador devela su cara putrefacta de tanto vacío y tanto dolor. Ahí, en ese
lugar, puede habitar la calma de quien es capaz de apuntar hacia la libertad,
como destino, y al amor como medio. Sería para mí, una buena costumbre… no
pisar a nadie y no aceptar la manipulación y la mentira.
La mentira de que La
Ley dice La Verdad y la manipulación que de la violencia hace el miedo que nos
devora, aceptando que ella sea ejercida sobre nosotros por un poder impersonal,
que no nos da explicaciones y no acepta contestaciones. Porqué dejarnos
golpear? Sé que si no pudiera gozar, seguiría intentándolo. Y sé que si se me
presentara una situación límite con el horror como protagonista sé que YO
pelearía por nuestras vidas. Sé que nosotros pelearíamos por nuestras vidas.
¿Cómo opera la
inconsciencia en la situación límite? De qué se disfraza el inconsciente
colectivo universal, -la inercia social histórica- en las situaciones? ¿Cómo detectar
a lxs conscientes de los inconscientes en cada situación? –Recuerdo- lo anormal
en una situación límite, es lo normal. Del Libro de Frankl. “El hombre en busca
de sentido”. Si esto es así, lo “normal” en una situación límite es
profundamente, anormal. Por ahí se debe empezar, para ir en búsqueda del
inconsciente que está a punto de hacer que todo estalle. La única posibilidad
de dirigir esa energía conjunta en potencia hacia el flujo elegido por la consciencia.
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