Nos faltan 43

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lunes, 29 de diciembre de 2014

Normalidades pacificadas...




La normalidad forzada. Cuna del vacío que cobija nuestra serpiente realidad. Que devora y tritura. Que manifiesta que no quiere ser, ni decir, ni buscarle…
Que la cosa así es, que siempre ha sido así, que no será distinto.

Maquinas al servicio de otras máquinas. Y la vida, y lo verde, y lo multicolor se torna negro. Terrible presagio. A dónde vamos?  El infierno no era para después? El silencio no era de los cobardes? Qué nos queda por cuidar? Desde dónde? Escondido bajo la cama? Pacíficamente escondidos detrás de nuestra cotidianidad. De nuesto proyecto personal. Cualquier cosa yo me pelo. Cualquier extremo, yo me modero. Quiero mi salario. Quiero mi depa. Mi coche. Mis conciertos. Mis productos. Mis reconocimientos a mi notable desempeño. Quiero mis privilegios. Que los renuncien los tontos. Los privilegios hay que aprovecharlos. Aunque lo pudran todo. Aunque dividan. Aunque estratifiquen. Aunque aislen. Aunque hablen por mí. Aunque me roben el alma y me la canjeen por horas y horas de entretenimiento. De cualquier clase. Es mi derecho. Quiero todo lo que hay. No importa el precio. Quiero disfrutarlo todo. Aunque sepa que eso es imposible. Aunque sienta este vacío. Aunque sepa que todo se muere. Porque lo matan. Porque lo desollan. Porque lo asfixian. Quiero que todo siga igual. Para que mis decisiones tengan sentido. Cómo un nombramiento que nombre algo que ya no existe? Que siga existiendo! Aunque todo explote en mi cara. Aunque todos tiemble de rabia por mi indiferencia. Lo disfruto. Porque soy especial. Porque soy yo y no soy tú. Que estás peor. Que estás siendo humillado. Marginado. Explotado. Triturado. Pobre de ti. Que no pudiste acceder al banquete. Como yo. Que lo tengo todo. Que lo consumo todo. Que lo recorro todo. Pobre de ti. Que no pudiste ser como yo. Que no te dieron espacio. Que no te contemplaron. Ellos. Los que deciden. Los que te matan. Los que me reconocen. Que soy yo el único. Que soy yo el único. Pobre de ti. Que no serás. Será tu karma. Yo hago Yoga. Yo tengo salud. Pobre de ti que no tienes nada. Yo hago Reiki. Yo hago Squash. Yo toco el piano. La guitarra. Tú qué? Tú no? Que pena. Marcharé por ti. Si es viernes no. El sábado? Mmm… no. Dejémoslo para el Domingo. Uno de estos Domingos. Yo lucharé porque no te sientas tan mal de ser lo que eres. Para que te repartan algo. Votaré por los demócratas. Por la paz. Marcharé de blanco. Uno de estos domingos. Donaré a tu causa. Haré una fundación. Te sacaré una foto conmigo. Para que luego te tomen sólo a ti. Que te apoyen. Que te bañen. Que te maquillen. Para que parezcas un poco otro. El que sea. Que no sea tanto como tú. Ya sabes cómo les va.  Ya sabes. Quién hace algo por ti? Sólo yo. El único. Por eso estarás en deuda. Ya me pagarás. Ya me cobraré. Ya me lo agradecerás… no hay por qué.

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